CONSERVACIÓN DE LOS TOMATES.
Se eligen los tomates bien sazonados y sanos, y se secan cuidadosamente, colocándolos después en una vasija de cuello largo, en la cual se vierte un líquido compuesto de ocho partes de agua, una de buen vinagre y otra de sal común. Se recubre este líquido con una capa de aceite puro de oliva y se guarda la conserva en un lugar caliente.
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